jueves, 27 de septiembre de 2007

¿Y si cumplen su promesa?

Normalmente uno espera que los que gobiernan una ciudad o país cumplan con lo prometido en sus programas electorales. Sí, esos papeles que reparten por la calle y que nadie lee. La mayoría de las promesas, o las más espectaculares, suelen quedar en el olvido.
El caso es que dentro de los planes del ayuntamiento de Salamanca encontramos esto: En el punto número 7 de su programa figura la construcción de dos aparcamientos subterráneos para residentes. Uno de ellos en el Paseo de San Antonio, cuya ubicación me parece muy acertada, y el otro en el Parque de Garrido.
En el Parque de Garrido... Analicemos un poquito la situación:
El parque, o plaza del barrio Garrido es uno de los pocos espacios libres interiores de la zona. Como podemos ver en la imagen aérea, las escasas zonas verdes se localizan en la periferia del barrio: Parque de Würzburg, entorno del multiusos, parque de la Chinchibarra...

¿Qué función debería tener este espacio? ¿Qué queremos que sea el parque de Garrido? ¿El barrio necesita un aparcamiento ahí precisamente? ¿Los que se encargan de "hacer ciudad" así lo creen?


Creo que no hace falta realizar un sesudo estudio sociológico para ser consciente de la evolución del barrio. El envejecimiento de esa área de la ciudad es evidente y lo que otrora fue un parque atestado de niños y familias jóvenes, ha dado paso a un lugar más bien solitario, abandonado y degradado. La plaza ha perdido su significado. Los que conocemos la zona recordamos las tardes de primavera y las noches de verano de un parque en cuyos bancos no cabía un alfiler. Las colas para subir a los toboganes, los niños por todas partes, los tres puestos de helados y el kiosko de chucherías (uno por cada esquina) las salas de recreativos...
Hoy todo eso ha ido desapareciendo, pero ¿Por qué renunciar a que ese parque sea el punto de encuentro de un barrio? ¿Por qué negarle calidad y calidez urbana?
El panorama de Garrido ha ido cambiando mientras el parque no se adaptaba a las nuevas necesidades.
Si tuviésemos que elegir qué salvaríamos del parque actual, qué elementos son dignos de conservación, no creo que muchos dijesen que el kiosko musical (cuyos conciertos se podrían contar con los dedos de la mano), los incómodos bancos, la mayoría de los juegos infantiles o el arenero que sustituye a lo que en otro tiempo fue una fuente ornamental. A nadie le importaría que la práctica totalidad del parque desapareciera. Sin embargo hay algo que ha sobrevivido a los cambios sociales y reformas del parque. Algo que al contrario que el resto de los elementos de ese lugar, ha ido ganando con el tiempo. Algo últil independientemente de lo que suceda alrededor. Una apuesta segura a la hora de planificar una plaza de este tipo. Ese algo no es otra cosa que los árboles y sobre todo esa doble hilera de plátanos de sombra que circunda la plaza.
Desgraciadamente este barrio no se caracteriza por su "frondosidad" No podemos considerarlo precisamente un vergel. Las pocas zonas verdes y árboles que tenemos deberíamos cuidarlos "como oro en paño"
El día que conocía la propuesta del aparcamiento subterráneo en el Parque de Garrido, me eché las manos a la cabeza. No podía creer lo que estaba leyendo. Una infraestructura de este tipo es evidente que acabaría con la posibilidad de que en su superficie crezcan especies de cierto porte. Del mismo modo su construcción implicaría la desaparición de algo, a mi juicio, más necesario para el barrio que unas plazas de aparcamiento: sus árboles.
¿Qué podría ser el Parque de Garrido?
Vamos a jugar un poco y nos vamos a trasladar unos centenares de kilómetros hasta el distrito berlinés de Friedrichshain, lugar en el que tuve el placer de vivir durante un año. Muy cerca de una plaza con la que vamos a establecer un paralelismo: Boxhagener Platz.
Esta plaza cuenta con unas dimensiones similares al parque de Garrido y su posición enla zona podría asemejarse a la del parque salmantino.

Boxhagener Platz es un punto de encuentro. Un lugar en el que refugiarse en invierno y protegerse del sol en verano. Un parque en el que los pocos niños del barrio cuentan con su espacio para jugar. Curiosamente cuenta con un espacio subterráneo que no se utiliza: Un antiguo bunker de la Segunda Guerra Mundial.
Las bicicletas se agolpan en sus bordes y la gente se arremolina los sábados y domingos entre los puestos de fruta, verduras, carne, pescado, flores...
Familias enteras almuerzan los días de sol en esta plaza, otros hacen gimnasia, otros leen...


Idílico, ¿verdad? Inimaginable en un lugar como el parque de Garrido. Pero... ¿Imposible?
Todo tiene sus principios. Lo que hoy es una plaza flanqueada por enormes árboles, en su día fue un "parque de Garrido" cualquiera.

¿Qué es lo que quiero yo para el parque de mi barrio? ¿Un almacén subterráneo de coches? No. Groso modo quiero esto:


Un lugar en el que volver a encontrarnos. En el que poder tumbarnos al sol con los amigos. Donde los abuelos puedan jugarse su partida de petanca a la sombra. Un sitio que invite a quedarse.
¿Alguien cree que el Parque de Garrido será mejor con un aparcamiento subterráneo? ¿Alguien considera que el barrio o Salamanca ganarán con un parking en ese lugar?
Esto ha sido sólo una reflexión personal, sin entrar en un análisis profundo del tema. Estoy abierto a sugerencias.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

HAZ ALGO...

Si alguien ha entrado antes en este blog (que lo dudo) sabrá que no comenzaba con este texto. En su lugar había otro menos prosaico y más subjetivo, que al fin y al cabo venía a decir lo siguiente:

Este blog surge con la intención de mostrar, compartir, imaginar, denunciar, aportar y discutir todo aquello relacionado con Salamanca, intentando mantener un espíritu crítico y constructivo, a la vez que respetuoso y plural.

Así que sin más rodeos, aquí empieza blogsalamank. (Esperemos que esto sirva para algo)